diseño práctico
ORIGEN DEL
CALENDARIO
vinçon
ORIGEN DE VINÇON
Entender el origen de un calendario tan singular obliga a hacer un repaso a la historia de esta icónica tienda barcelonesa.
Los inicios de la prestigiosa Vinçon se remontan a 1934 cuando sus fundadores, Hugo Vinçon, de origen alemán y su cuñado Enrique Levi crearon la empresa original, cuya línea de negocio estaba dedicada a la venta de productos para el hogar, eso si, ya con la premisa de calidad, actualidad y buen servicio.
El primer establecimiento se abrió en la calle Rosellón de Barcelona, pero no tardó en abrir puertas en el que fue su definitivo emplazamiento, en el prestigioso y elegante Paseo de Gracia barcelonés, con el nombre de Regalos Hugo Vinçon.
Ya en aquel entonces contaba con la propia tienda, dedicada al menaje de cristal y porcelana, así como una pequeña galería, en la que se exponía pintura. Se podría decir que fueron precursores de los multi espacios contemporáneos.
Un año después, en 1935 se incorpora en plantilla Jacinto Amat, seguido, años más tarde de sus dos hijos Fernando y Juan, quienes en 1957 adquirieron el negocio que se convertiría en todo un referente del diseño en la ciudad de Barcelona.
En manos de la familia Amat Vinçon crece, evoluciona y se convierte en lo que ha sido a lo largo de más de 70 años. Arriesga y sorprende en la oferta de sus productos singulares, de calidad y diseño.
La llegada de Vinçon a Madrid se hizo esperar hasta 1997, culminando un proyecto que permitía poner al alcance de todo el mundo el diseño y la modernidad.
IMAGEN DE MARCA
El logotipo que conocemos fue creado en 1972 por el prestigioso diseñador América Sánchez, quien colaboró en innumerables ocasiones con la marca y él mismo fue quien, con sutileza, lo fue actualizando a lo largo de los años, para que no perdiera su vigencia pero tampoco su personalidad.
Los escaparates de Vinçon fueron, ya desde muy temprano un curioso reclamo, en el que uno se olvidaba de lo que se vendía en el interior para contemplar sencillas pero efectivas instalaciones artísticas, más propias de una galería que de un establecimiento comercial. Este hecho diferencial fue la oportunidad de mostrar a la ciudadanía otra forma de hacer las cosas, que se sigue viendo, hoy en día como transgresora e innovadora.
Los escaparates eran, sin duda, una de los principales características diferenciales de la tienda, pero no la única. Si en estos solo se podían fijar los transeúntes, algo tan sencillo como una bolsa de papel se convirtió en todo un reclamo que paseaba el cliente, por toda la ciudad, llevando no solo con su compra, sino también una auténtica obra de arte con asas.
Sus diseños cambiaban a menudo y eran diseñados por el propio equipo de Vinçon o imaencargados a diseñadores como el propio América Sánchez o Javier Mariscal.
diseño atemporal
ORIGEN DEL CALENDARIO VINÇON
Una vez entendemos la magnitud sociocultural de Vinçon, así como la importancia del diseño que esta daba, no solo a los productos que distribuya, sino también a la propia marca, podemos entender la motivación y la razón de ser de su icónico calendario de diseño.
Fue creado en 1975 por su colaborador más afín América Sánchez, quien supo sintetizar lo esencial de un calendario, dándole la importancia merecida y necesaria para el uso práctico, maximizando sus dimensiones por encima de lo establecido como normal, rompiendo esquemas. En esa sencillez plástica, los amantes del diseño encontraron un calendario práctico en el que plasmar su día a día con anotaciones y dibujos, convirtiendo cada hoja de este singular almanaque en otras pequeñas obras artísticas, que cada propietario hacía, sin darse cuenta.
Con el paso del tiempo el calendario se fue popularizando y evolucionó, incorporando pequeños adhesivos con los que destacar los eventos y pudiendo así personalizar cada año según el gusto y la necesidad de cada uno.
LA HISTORIA CONTINÚA
En 2005 la emblemática tienda Vinçon cerró sus puertas, pero uno de los calendarios de diseño más prestigiosos, bonitos e icónicos sigue imprimiéndose cada año, tanto en su formato de pared, como en el de sobremesa, para hacer las delicias de los amantes del diseño.
No sorprende conocer gente que lo adquiere año tras año, para sí mismos, pero también como un regalo de navidad exclusivo, a sabiendas de que este permanecerá, por lo menos un año, en el hogar de amigos o familiares.
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